Los estudios dicen que en verano estamos más activos sexualmente, nadie se atrevería a decir lo contrario, pero... ¿qué sabemos al respecto de lo que ocurre dentro de nuestros tentados cuerpos?
Aquí te decimos algunos motivos por los que quizá en verano seamos más activos sexualmente.
El sol aumenta la Vitamina D y a su vez, ésta activa la secreción de la testosterona masculina y los estrógenos femeninos. Se sabe que el calor además estimula la producción de oxitocina y endorfina, éstas hacen que estemos de mejor humor y por lo tanto crece el apetito sexual.
- Tenemos más horas de luz.
- Disponemos de más tiempo libre, sin obligaciones ni rutinas.
- Vestimos con menos ropa y con prendas más ligeras que nos hacen estimular la imaginación.
- También sudamos más y liberamos feromonas.
En definitiva, todo suma para que el verano sea mucho más emocionante y tengamos la libido bien arriba. Aún con todo esto y llegado el momento de la verdad, deberíamos tener en cuenta algunos consejos para que nuestros encuentros veraniegos sean infalibles:
- Elegir un lugar fresco en la medida de lo posible, ya sabemos que el calor aprieta, practicar sexo en la ducha, piscina o playa, al frescor de la noche y bajo las estrellas puede ser romántico y estimulante.
- Hidratarnos al máximo y comer mucha fruta nos ayudará a mantener las fuerzas y sentirnos ligeros.
- Limitar el consumo de alcohol, que aunque un poco ayuda a desinhibirnos ya sabemos que también provoca deshidratación y resacas.
- Podemos añadir a nuestra maleta de viaje juegos eróticos o improvisar juegos con hielo, usar lubricantes con efecto frío, masajes con la crema enfriada en la nevera, etc.
- Y por supuesto, elegir posturas que combatan el calor, podemos incorporar masturbaciones mutuas a nuestras prácticas, sin duda el truco está en ritmos suaves que ayuden a no sofocarnos, y mantengan el calor a raya sin renunciar nunca al disfrute.